[1] Si bien el nombre popular del proceso no es categórico, conocido en inglés como Second Auschwitz Trial («el segundo juicio de Auschwitz») debido a un juicio anterior bajo el mismo nombre celebrado en Polonia.El proceso judicial estaba en su mayor parte abierto al público, por lo que servía para traer a la atención ciudadana —tanto la alemana como la internacional— muchos detalles sobre el Holocausto.El juicio se saldó con 6 condenados a cadena perpetua y algunos otros que recibieron la máxima pena establecida por ley por sus crímenes.De todos los acusados en los tribunales polacos, solo uno, Hans Münch, fue finalmente exonerado.[9] Las autoridades alemanas tenían informaciones sobre los crímenes perpetrados por los acusados y su paradero ya en 1958,[10] pero nunca llegaron a materializarse en un proceso judicial.Simpatizante nazi durante la guerra y defensor del racismo científico, Seraphim consiguió exculpar y librar a numerosos acusados por crímenes de guerra vinculando la responsabilidad criminal a la autoridad militar.[12] Como consecuencia, en los juicios de Fráncfort solo pudieron ser acusados de asesinato los imputados que, mientras prestaban servicio en Auschwitz, cometieron asesinatos que no se les habían ordenado.Posteriormente, los datos que aportaron formarían la base teórica del libro de 1969, Anatomía del Estado de las SS, que fue el primer ensayo exhaustivo sobre las SS basado en sus propios registros.[19] Algunos de los críticos con los resultados del juicio han argumentado que, más allá de las limitaciones impuestas por el derecho alemán, se había centrado más en estos detalles que en los delitos concretos, permitiendo que gran parte de los criminales se quedaran fuera del proceso.