Los principios del diseño CPTED afectan a elementos del entorno construido desde los pequeños (como el uso estratégico de arbustos y otra vegetación) a los grandes principios rectores, como la forma de construir un barrio entero o el favorecer que la calle se pueda observar desde las viviendas ("ojos en la calle").
Basándose en esta investigación, las estrategias CPTED subrayan el aumento del riesgo percibido de detención y aprehensión.
Complicar los objetivos al posible delincuente redondea las técnicas anteriores para disuadir del delito en un paso final.
Los delincuentes potenciales se sienten observados y por ello, inherentemente, perciben un incremento en el riesgo de delinquir.
Este incremento es todavía mayor si faltan rutas de escape viables y a cubierto.
Segundo, la sensación de que el espacio les pertenece crea un ambiente donde los "extraños" o "intrusos" se distinguen y pueden identificarse más fácilmente.
El deterioro indica menos control por los usuarios de un lugar y una mayor tolerancia al desorden.
Un planteamiento más limitado, denominado espacio defendible, fue desarrollado al mismo tiempo por el arquitecto Oscar Newman.
Ambos se apoyaron en el trabajo previo de Elizabeth Madera, Jane Jacobs y Schlomo Angel.
Hacia 2004 generalmente se entendía la CPTED como estrictamente referida a los modelos Newman/Crowe, con el modelo Jeffery empleado más bien como un planteamiento multidisciplinar de prevención de la delincuencia que incorporaba la biología y la psicología, situación que incluso el propio Jeffery aceptó.
Sus directrices nunca se aplicaron, pero sí generaron las ideas nuevas que llevaron a la CPTED.
Desarrolló la idea de que los delitos aumentan cuando las personas no interaccionan con sus vecinos, o solo lo hacen superficialmente.
En esta tesis afirma «El entorno físico puede ejercer una influencia directa sobre los marcos del delito al delinear los territorios, reducir o aumentar la accesibilidad mediante la creación o eliminación de fronteras y redes de circulación, y al facilitar la vigilancia por la ciudadanía y la policía.» Asegura también que el delito era inversamente proporcional al nivel de actividad en la calle, y que la zona comercial de la ciudad era particularmente vulnerable al delito porque reducía la actividad, facilitando que un individuo cometiera delitos callejeros.
La idea principal era que si se eliminaban los refuerzos al delito, este no ocurriría.
Por razones que han recibido poca atención, la obra de Jeffery fue desoída durante esta década.
Como arquitecto, Newman subrayó las características específicas del diseño, en las que no había reparado Jeffery.
Al final esto disminuye el miedo de los residentes, porque saben que un delincuente potencial puede ser observado, identificado y, consecuentemente, capturado.
En esta década se observó que las prescripciones del espacio defendible eran eficaces unas veces y otras no.
Funcionaban mejor en entornos residenciales, especialmente si los residentes eran relativamente libres de responder a pistas para incrementar la interacción social.
Como resultado, Newman y otros promovieron la mejora de esta teoría añadiendo características CPTED.
En 1997 un artículo de Greg Saville y Gerry Cleveland La segunda generación de CPTED exhortaba a quienes aplicaban estas medidas a tener en cuenta sus orígenes en la ecología social, considerando aspectos psicológicos y sociales más allá del urbanismo.
Hacia 2004 los elementos de la CPTED habían alcanzado amplia aceptación internacional debido a intentos para incluirlos en leyes.
Woodbridge mostró cómo el diseño de las prisiones permitía que se siguiera delinquiendo, e introdujo cambios para reducir los delitos.
Las estrategias CPTED son tanto más eficaces cuantas menos molestias causan a las personas honradas y cuando el diseño CPTED se basa en los esfuerzos combinados de diseñadores ambientales, administradores, activistas y fuerzas del orden.
Las estrategias enumeradas no pueden llevarse a cabo sin la ayuda de la comunidad, y hace falta que toda ella se esfuerce en lograr un lugar más seguro donde vivir.
La CPTED se basa en cambios en el entorno físico que harán tomar al posible delincuente decisiones conductuales.
Estos cambios están diseñados para animar un determinado comportamiento, y por tanto, más que impedir, disuaden.
Los costes operativos también son a menudo inferiores, porque la iluminación CPTED utiliza significativamente menos energía.
Sin embargo, el auge del pensamiento relacionado con la prevención de la delincuencia mediante el diseño ambiental en Europa hizo que en los años ochenta y noventa del siglo del XX se derrumbarán estos bloques de pisos, con el coste que ello suponía, porque se consideraba que podían contribuir a la aparición de la delincuencia.
En esta obra la geógrafa critica los bloques de pisos mediante un juicio ficticio en el que pretende demostrar como este tipo de edificios no son una arquitectura adecuada y que se deberían optar por otras opciones.