En algunos mercados, los eventos ocurren tan rápido que no hay tiempo suficiente para establecer un precio fijo o participar en largas negociaciones.
Las subastas tradicionales son ineficientes porque requieren que los oferentes (o sus representantes) estén físicamente presentes.
Otros ejemplos de ventas se producen en diversos productos, como electrodomésticos y automóviles.
Los aparatos electrónicos, lavadoras/secadoras, etc. suelen tener una temporada del año en la que se realizan las ventas.
Por lo general, esas empresas necesitan saber cuál es su país de residencia para poder ajustar el precio.