Se basa en la premisa sociológico-geográfica de que las personas que comparten entornos geográficos cercanos tienden a compartir comportamientos, consumos y actitudes similares.
También se ha llegado a hablar del nanomarketing, como el orientado a analizar el marketing del punto de venta, o los pasillos de una tienda.
Las universidades están utilizando geomarketing para determinar cuál es la mejor ubicación de sus sedes, cuando por ejemplo quieren reubicar a sus actuales estudiantes y generar el menor impacto posible, en su dinámica.
Esto lo hacen georreferenciando sus lugares de trabajo y residencia, para establecer los tiempos que recorren actualmente para llegar al lugar de la sede actual y compararlos con los tiempos que tardarían en llegar a la nueva ubicación.
Para implementar acciones de geomarketing se deben considerar algunos aspectos básicos: