Pozo Cañada

Perteneció a Albacete hasta 1999, cuando se erigió en municipio independiente.

El área de Pozo Cañada es una zona relativamente bien conocida, gracias fundamentalmente a diversos hallazgos casuales o bien descubrimientos llevados a cabo en la primera mitad del siglo XX.

En 1974, en Venta Nueva, se encontraron miliarios (actuales puntos kilométricos), fechados en el segundo consulado del emperador Trajano, que son un testimonio del paso de la calzada por dicha área.

Asociados a la calzada romana aparecen varios asentamientos de esta época en Mizquitillas, Venta Nueva, la Cueva y los Mercadillos con abundante material cerámico.

En este paraje existe desde antiguo un pozo Airón, al lado hay otro pozo entubado y de él se extrae agua para regar la finca de Torre Maiquez.

No es fácil la datación de la actual imagen del patrón, San Juan Bautista, tosca y policromada, aunque por las características que denota se encuentra entre el Renacimiento tardío y el barroco incipiente, posiblemente podría situarse entre finales del siglo XVI y mediados del XVII.

Lo importante es la devoción en sí misma y, sobre todo, el haber recuperado un símbolo esencial de la identidad cultural y religiosa de Pozo Cañada.

La línea divisoria entre el nuevo término albacetense y el chinchillano quedaba fijado prácticamente en la misma población, concretamente en la calle y camino de Murcia.

[9]​ Existen otros platos y postres típicos, que son elaborados por las gentes del pueblo en distintas épocas del año, como los huevos rellenos, ensaladilla rusa, y dulces como rollos fritos, pan de Calatrava, flores con miel y panecicos dulces.

Casa consistorial del Ayuntamiento de Pozo Cañada.
Restos del molino de viento de Pozo Cañada.