Posada de Omaña

Xose Lluis García Arias apunta que el topónimo 'Posada' suele denotar lugares donde se hace un alto en el camino.

La población más cercana es Torrecillo, a medio kilómetro de distancia al Este.

[10]​ Entre las especies animales, son comunes el rebeco en las cotas más altas, la perdiz pardilla, la liebre de piornal, el lobo, corzo, y el jabalí.

El Valle Gordo es parte del territorio de dos importantes especies amenazadas: el oso pardo y el urogallo cantábrico.

[12]​[13]​ Existen pocos datos sobre la zona desde el fin de las actividades mineras romanas y la Edad Media.

Según los datos de Miñano, en el siglo XVIII, el pueblo tenía 107 vecinos.

En el siglo XIX, Madoz mencionó 130 habitantes y el censo de Mourille en 1920 contabilizó 250.

Aunque los concejos mayores desaparecieron en el siglo XIX para dar lugar a los municipios, las poblaciones constituyentes siguieron rigiéndose de facto por los concejos vecinales, hasta que estos adquirieron entidad jurídica en el siglo XX, como entidades de ámbito territorial inferior al municipio (EATIM), regidas por un alcalde pedáneo y junta vecinal.

[22]​[23]​ Tradicionalmente, la actividad económica en Posada se ha centrado siempre en la agricultura y la ganadería, que emplean al mayor número de trabajadores en todo el término municipal.

Entre las costumbres más renombradas están el filandón y el calecho, reuniones de vecinos para pasar el rato contando historias o jugando a las cartas.

[30]​ Samuel Rubio Calzón, monje agustino , nacido en Posada en 1912, ha destacado por sus contribuciones a la musicología.

Paisaje de Posada de Omaña
Construcciones tradicionales
Romería de la Virgen de la Casa a la ermita de Peñafurada