Es un plato humilde en su concepción, que posee escasos ingredientes: trucha (se emplean los lomos del pez), pan y ajos.
El aspecto rojizo que suele tener la sopa se debe al empleo de abundante pimentón.
Este caldo se saboriza con ajos y perejil machacados en un mortero.
La receta suele variar dependiendo de la familia, del cocinero.
Suele emplearse otros pescados para elaborar la misma sopa.