Las políticas antifamilia son un conjunto de acciones, discursos y tendencias políticas que promueven la desvinculación del modelo familiar tradicional o cuestionan su relevancia como institución central de la sociedad.
[1][2][3][4][5] Las políticas antifamilia abarcan diversas acciones y discursos que buscan desafiar el modelo familiar tradicional.
La familia, en estos contextos, es vista como una estructura patriarcal que perpetúa desigualdades de género y roles predeterminados.
Lewis sugiere que para alcanzar la verdadera libertad y una sociedad más equitativa, es necesario "pensar más allá de la familia" y explorar otras formas de organización social basadas en el cuidado mutuo.
Esta crisis, según algunos analistas, no solo tiene causas económicas, sino también culturales, relacionadas con el desprestigio del modelo familiar y el auge de un individualismo consumista.
[3] Las políticas y discursos antifamilia han generado un amplio debate en diversos países, polarizando a la sociedad entre quienes defienden la necesidad de explorar modelos alternativos de convivencia más acordes con los valores de igualdad y quienes consideran que estas políticas están contribuyendo a una crisis demográfica y a la desintegración del tejido social.