Política educativa

Busca responder a preguntas sobre el propósito de la educación, los objetivos (sociales y personales) que pretende alcanzar, los métodos para alcanzarlos y las herramientas para medir su éxito o fracaso.

Además, la sociología, las ciencias políticas, la economía y el derecho son disciplinas que pueden utilizarse para comprender mejor cómo funcionan los sistemas educativos, cuáles son sus impactos y cómo se pueden cambiar las políticas por diferentes razones.

A grandes rasgos, las políticas educativas se pueden clasificar en conservadoras y progresistas.

[15]​ Como las políticas progresistas son inclusivas (intentan mantener en el sistema educativo a tantos alumnos como sea posible durante el máximo tiempo posible), mientras que las conservadoras son selectivas[16]​ o competitivas (favorecen que los peores alumnos salgan del sistema educativo), los resultados de las primeras son peores.

Los gobiernos estatales gastan la mayor parte de sus presupuestos en financiar escuelas, mientras que sólo una pequeña porción del presupuesto federal se asigna a la educación.

[21]​ Por ejemplo, la Ley de Educación para la Defensa Nacional (NDEA) se estableció en 1958 para aumentar la financiación federal a las escuelas, y la Evaluación Nacional del Progreso Educativo se creó para seguir y comparar el desempeño de los estudiantes en materias académicas en todos los estados.

[23]​ Un informe reciente del Centro Nacional de Educación y Economía cree que el sistema educativo no es coherente ni es probable que experimente mejoras debido a su naturaleza.

Los legisladores quieren crear una mayor participación a nivel local y más transparencia en las escuelas públicas.

También pueden ayudar a identificar e informar intervenciones que influyan en la participación, el aprendizaje y el empoderamiento, desde la primera infancia hasta la educación terciaria y más allá.

Alumnado en un aula
Una clase
Official seal of the United States Department of Education
Sello oficial del Departamento de Educación de Estados Unidos
20 países cuyos planes para el sector educativo fueron revisados desde una perspectiva de igualdad de género