Hipótesis solutrense

Según esta hipótesis, la primera migración humana tuvo lugar por una población proveniente de Europa, perteneciente a la llamada Cultura Solutrense, que tuvieron la capacidad y los conocimientos necesarios para fabricar embarcaciones lo suficientemente robustas, con las que habrían viajado a lo largo de la banquisa en el Océano Atlántico, sobreviviendo durante meses y salvando la distancia que separaba los continentes europeo y americano por mar.

La hipótesis se basa en gran parte en las similitudes entre las tecnologías líticas del Solutrense europeo y Clovis.

Otro elemento genético en el que se apoyan es la presencia del haplogrupo X (ADN mt) en las poblaciones europeas y americanas.

[9]​[10]​[11]​ Stanford y Bradley no fueron los primeros en sugerir que los europeos se establecieron en las Américas en la época de la Edad del Hielo.

[15]​ En 1933 se encontró una punta de lanza bifacial en Clovis (Nuevo México), junto al esqueleto de un mamut, que fueron datados en 11.500 años AP, lo que suponía el artefacto humano más antiguo encontrado hasta ese momento en América.

[20]​ El Solutrense es una cultura prehistórica desarrollada en Francia y en la Península ibérica en la segunda mitad del Paleolítico superior.

La fabricación de herramientas del Solutrense empleó técnicas novedosas y trabajó exquisitamente el pedernal.

Los artefactos líticos se caracterizan por un retoque plano que les permitieron fabricar unos instrumentos particularmente finos, produciendo puntas grandes y delgadas, posiblemente para las primeras flechas, y puntas bifaciales (llamadas hojas de laurel) finamente trabajadas, obtenidas por percusión de reducción lítica y descamación a presión, en lugar del tallado del pedernal, o dando un tratamiento térmico al sílex para facilitar la talla.

[23]​ Sin embargo, varios descubrimientos arqueológicos más antiguos aportaron pruebas de la existencia de culturas amerindias más antiguas, entre otros Cactus Hill (Virginia), Meadowcroft Rockshelter (Pensilvania), Friedkin (Texas),[25]​ Monte Verde en Chile[26]​ o Pedra Furada en Brasil.

La base del objeto suele ser más gruesa que los filos o la punta.

Tanto el cuchillo como el cráneo fueron enterrados en sedimentos pantanosos anaeróbicos y preservados, hasta que fueron dragados a la superficie más de 20.000 años después.

[32]​ Otras alternativas evocadas son que el barco de arrastre de vieiras sacó a la luz el cráneo más viejo y el cuchillo más joven al mismo tiempo, o que el cuchillo fue arrastrado por una inundación con troncos de árboles incrustados en el hielo, flotando hacia el océano, o que alguien en un bote años más tarde perdió la hoja por el costado, aterrizando cerca del sitio del cráneo del mastodonte.

Lawrence G. Straus señaló no se había encontrado arte rupestre solutrense en América y que las similitudes líticas podían atribuirse a una invención independiente:[35]​ Stanford y Bradley contraatacaron con la lista de descubrimientos de sitios anteriores a Clovis, y dieron una lista más detallada de las características similares líticas entre ambas culturas.

[3]​ En 1998, Michael Brown identificó la presencia del haplogrupo X2 en América como evidencia de una posible población fundadora caucásica de los primeros estadounidenses que se extendía desde la costa noreste, ya que no se había encontrado dicho haplogrupo en Asia.

El perfil genético está relacionado sobre todo con los nativos americanos y no muestra rastros de ascendencia europea en su genoma.

Su haplogrupo ADN-Y es Q-M3, y su ADN mitocondrial es X2a, ambos marcadores genéticos uniparentales que se encuentran casi exclusivamente en los nativos americanos.

[20]​ La hipótesis analizada asume que los solutrenses tenían el haplogrupo X porque se ve en las poblaciones europeas actuales, pero el acervo genético europeo contemporáneo se formó en los últimos 8.000 años, y no sabemos si los pueblos anteriores lo tenían, o en qué frecuencia.

Podemos reconstruir sus relaciones evolutivas observando patrones de mutaciones compartidas y derivadas.

[37]​ Stanford y Bradley objetaron que probablemente el grupo de solutrenses que logró cruzar el frente glacial del Atlántico Norte, pudo quizás no haber exhibido toda la gama de rasgos culturales solutrenses.

Los colmillos de este se fecharon en 23.000 años, lo que dio pie a la hipótesis solutrense presentada por Stanford y Bradley.

[20]​[60]​ Durante el UMG, enormes franjas del hemisferio norte aún yacían congeladas bajo el hielo.

[20]​ Si pudieron atravesar el Atlántico, deberíamos encontrar evidencias en islas cercanas a Europa, pero no hay ninguna punta solutrense en ninguna isla del Mediterráneo, aunque eso puede reflejar una arqueología insuficiente y la probabilidad de que los sitios solutrenses se encuentren a 100 m de profundidad o más.

Es probable que el hielo marino en el Atlántico haya sido estacional durante unos pocos meses al año.

Las hazañas heroicas de los vikingos y Cristóbal Colón se conmemoran anualmente en los Estados Unidos.

Todos estos relatos tienen, en diverso grado, implicaciones políticas, y refuerzan la imagen de que las Américas son esencialmente europeas.

[18]​ La combinación de afirmaciones arqueológicas para crear un argumento basado en la raza ha nublado la discusión científica.

[70]​ Hace unos 25.000 años, los habitantes de Beringia quedaron aislados por razones climáticas durante varios miles de años (en un período conocido como el “estancamiento de Beringia”), surgiendo una nueva población genética (ya no asiática), que los científicos han confirmado que se relaciona con los nativos americanos contemporáneos, dividiéndose en dos linajes principales hace unos 17.000 años.

Esto ha dado origen a la posibilidad de que los humanos hubiesen llegado en botes hace unos 16.000 años, ya que el hielo se habría retirado de las costas del noroeste del Pacífico.

Esta singularidad hace que sea difícil llegar a una conclusión basada en la evidencia.

[3]​ A día de hoy, las pruebas disponibles para defender la hipótesis solutrense son demasiado endebles.

Mapa de las migraciones humanas prehistóricas según la genética mitocondrial, indicando un probable origen europeo de parte del poblamiento de América.
Área de distribución del Solutrense en Francia y la península ibérica.
Punta bifacial en forma de hoja de laurel.
Mapa de América con los sitios previos a la cultura de Clovis.
Punta bifacial Clovis
Distribución del Haplogrupo X, más fuerte en Anatolia, Europa y la costa nororiental de América.