Plumeado

(También se utiliza en representaciones heráldicas monocromáticas para indicar cuál sería el esmalte de un blasón).

En el arte occidental, el plumeado se originó en la Edad Media y se convirtió en un plumeado cruzado, especialmente en los antiguos grabados de maestros del siglo XV.

Las líneas del plumeado siempre deben seguir (es decir, envolver) la forma.

Al aumentar la cantidad, el grosor y la cercanía, se obtendrá un área más oscura.

Los patrones para césped, grava, ladrillo y otros se encuentran con frecuencia en dibujos arquitectónicos.