En la carta dotal otorgada por los condes Pedro Ansúrez y su esposa Eylo Alfonso el 21 de mayo de 1095 a la nueva colegiata figura que le otorgaban la mitad del mercado de Valladolid.
El rollo permaneció en la plaza hasta que concluyeron las obras de la fachada y el atrio de la catedral, trasladándose allí y pasando a ser conocido comúnmente como "león de la catedral".
Agapito y Revilla argumenta su postura teniendo en cuenta que las crónicas medievales únicamente indican que la coronación tuvo lugar en la antigua plaza del Mercado de Valladolid y tomando en consideración, asimismo, que la plaza Mayor de la ciudad fue previamente conocida como plaza del Mercado.
No obstante, en la época de la coronación el mercado estaba en la actual plaza de la Universidad y el espacio que ocupa la plaza Mayor no era más que un área a las afueras de la ciudad, por lo que carecería de sentido que el acontecimiento se celebrase en un espacio fuera del corazón urbano.
Con el progresivo crecimiento de la ciudad el mercado se trasladó a la actual plaza principal en 1338 y la plaza de Santa María quedó relegada a un papel más secundario.