Otro profesor de la misma escuela, Pablo Berasátegui, modeló cuatro relieves para el pedestal, con escenas de diversos pasajes del Quijote.
La cantería del pedestal y la erección de la estatua fueron dirigidas por el arquitecto municipal, Joaquín Ruiz Sierra.
[1] El monumento estaba destinado a un lugar frente a la casa de Cervantes en la calle del Rastro, donde había vivido a partir de 1605 el ilustre escritor con su familia.
El patrocinador de la obra fue Mariano Pérez Mínguez, quien al poco tiempo la cedió al Ayuntamiento de Valladolid que pasó a ser su propietario.
El Ayuntamiento decidió cambiar el emplazamiento y el pedestal de la estatua.