Sergio Nicolás Fernández de la Oliva fue un escultor español del siglo XIX.
Se vendió al público en la solemne fiesta de 1839.
Las dos últimas tenían los bustos en relieve, y todas ellas accesorios alegóricos.
De la estatua del primero, obra también suya, habría dicho un crítico que Fernández de la Oliva «había sabido imprimirla no sólo el verdadero carácter de la época, sino la nobleza del personaje que representa».
El bajorrelieve de la fachada principal del Teatro Real, que representa a Apolo que en un valle del Parnaso corona a un genio presentado por Minerva; las Musas rodean este grupo, y la Paz, protectora de las artes, preside el acto; y los cuatro bajorrelieves de los intercolumnios de la misma fachada con asuntos alegóricos a la música y baile también fueron suyos.