Planta de Licuefacción de Río Grande

Cabe mencionar que a diferencia de algunos países que utilizan sus plantas de licuefacción para la exportación de gas natural al extranjero, Bolivia decidió utilizar esta planta para abastecer principalmente al mercado interno boliviano para llegar con el gas natural a las poblaciones más alejadas del país donde no se puede llegar con grandes gasoductos.

Comenzó a partir del año 2002 cuando el expresidente Jorge Quiroga Ramírez propuso ante el país la idea de construir un planta de licuefacción boliviana pero en puertos chilenos con la finalidad que desde ahí se pueda exportar GNL a los países de Norteamérica como México y Estados Unidos.

Sin embargo al ocupar solamente la presidencia de forma transitorio e interina, Quiroga decidió entonces dejar este proyecto en las manos del siguiente gobierno (que entraría al poder de forma constitucional mediante elecciones) para que de esa manera sea un presidente democráticamente electo por la población el que tome finalmente la decisión de construir o no construir una planta en territorio chileno.

Sin embargo, Sánchez de Lozada tropezó con muchas dificultades pues el fuerte sentimiento anti-chileno que existe en gran parte de la sociedad boliviana (debido a la histórica pérdida del Litoral Boliviano en la Guerra del Pacífico de 1879) desencadenó en graves protestas y manifestaciones ciudadanas contra su gobierno.

El objetivo de este proyecto era beneficiar a las ciudades intermedias y poblaciones que se encontraban aisladas del sistema de distribución gasífera, así también se beneficiarían del proyecto más de 5.383 comercios, 5 termoeléctricas, 172 industrias y 21.297 vehículos.