Plan de los generales (Israel)

Tras este periodo de tiempo, cualquiera que permaneciera en la zona sería considerado combatiente.

El plan implementaría entonces un asedio completo hasta la rendición de los catalogados como milicianos, negándoles todos los suministros esenciales, incluyendo medicamentos, combustible, alimentos y agua, lo que representaría un cambio radical en la estrategia militar israelí para el norte de la Franja de Gaza.

[2]​ Eiland opinó que esta estrategia de asedio sería militarmente efectiva y compatible con el derecho internacional, y señaló que el plan afectaría las prioridades del entonces líder de Hamás, Yahya Sinwar, privándole de «tierra y dignidad».

Sin embargo, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, se opuso a su implementación.

Aunque su oficina negó oficialmente haber valorado la propuesta, los analistas políticos sugirieron que podría haber permitido una implementación parcial para mantener así el apoyo político de sus socios de extrema derecha, especialmente durante un período crítico antes de la fecha límite para la aprobación del presupuesto.

[1]​ Aunque el gobierno israelí afirmó que no había adoptado oficialmente el plan de los generales en su totalidad, hay indicios de que sí se ha llevado a cabo su implementación parcial.

Este anuncio, realizado por el brigadier general Itzik Cohen, supuso la primera confirmación oficial de la limpieza étnica sistemática de este territorio palestino.

Este oficial del ejército israelí declaró que, dado que ya no se consideraba que quedasen civiles en el norte de la Franja de Gaza, ya no se permitiría la entrada de ayuda humanitaria a la zona.

Además, pocos palestinos siguieron las órdenes de expulsión, pues muchos temían que nunca se les permitiera regresar.

Varios servicios esenciales, como panaderías y cocinas colectivas, se vieron obligados a cerrar.

Una coalición de grupos de derechos humanos israelíes advirtió que se estaba implementando en secreto el plan y explicaron que este viola el derecho internacional.

[1]​ La situación afectó especialmente a los sectores más vulnerables de la población, incluidos los ancianos, los enfermos y aquellos que no pueden o no quieren salir de sus hogares.

[2]​ Otros civiles decidieron no irse porque necesitaban cuidar a familiares vulnerables.

[24]​ Tanto los analistas militares israelíes como el Centro de Derechos Humanos Al-Mezan afirmaron que ya se había implementado la primera etapa del plan de los generales.

[26]​ Tres soldados reservistas israelíes en activo en la Franja de Gaza declararon que el plan del general se estaba llevando a la práctica.

La organización Medical Aid for Palestinians expresó su profunda preocupación por las bajas civiles en la zona, mientras que otras organizaciones humanitarias documentaron las dificultades a las que se enfrentaban para entregar los suministros más básicos.

Además, esta estrategia ponía en peligro a los rehenes que aún seguían secuestrados en la Franja y no abordaba la habilidad demostrada por Hamás de adaptarse y reconstruir sus capacidades bélicas.

Señaló que la intervención diplomática tuvo lugar cuando se aproximaban las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, en las que los votantes árabes y musulmanes estadounidenses en los estados bisagra podrían desempeñar un papel crucial en el resultado final.

Eiland en 2004
El corredor Netzarim , por el que han sido expulsados los civiles del norte de la Franja de Gaza