[2] En ese momento, España, Portugal y Francia, que estaban aplicando políticas anti-protestantes, fueron el objetivo de esa colaboración anglo-musulmana.
[2] También parece que los piratas ingleses, que había estado activos contra España hasta 1604, cuando se firmó la paz con Inglaterra, se inclinaban todavía por continuar la lucha y las depredaciones, aunque bajo la protección de un estado diferente, para vergüenza de la Corona inglesa.
Además, abandonar Inglaterra así como su fe, era a menudo un camino hacia el éxito financiero, ya que se podría hacer fortuna atacando barcos cristianos.
[2] Janszoon llevó a cabo largas incursiones, como los secuestros turcos en Islandia para vender sus esclavos en la costa de Berbería.
[7] Más allá del compartido antagonismo religioso hacia el catolicismo, los estados de Berbería probablemente ofreciesen ventajas económicas, así como la movilidad social a los piratas protestantes, ya que los estados de Berbería eran un ambiente muy cosmopolita en ese momento.