[1] Tras ser puesto en libertad y al no serle permitido volver a residir en los dominios papales se exilió en Estados Unidos, acogido por su tío José I Bonaparte en su residencia de Point-Breeze en Bordentown.
[4] Solicitó entonces incorporarse a la Legión extranjera con el grado de jefe de batallón que había ostentado en Colombia y se le destinó a Argelia, donde debía participar en el asedio de Zaatcha, pero antes del asalto regresó a Francia sin permiso y fue expulsado del cuerpo.
[9][4] Desde París, además, siguió colaborando con la prensa corsa, sin abstenerse de intervenir en las disputas locales.
Victor Noir y Ulrich Fonvielle, padrinos de Grousset, fueron los primeros en presentarse y, según el relato de Fonvielle publicado en La Marseillaise, Pierre Bonaparte, que esperaba a los enviados de Rochefort, arrugó la carta que le entregaron y se encaró con ellos diciéndoles:
Acto seguido, seguía diciendo Fonvielle, Pierre Bonaparte se abalanzó sobre ellos, abofeteando a Noir con su mano izquierda a la vez que con la derecha sacaba un revólver de diez tiros con el que le disparó en el pecho hiriéndole mortalmente.
Fonvielle también sacó del bolsillo su pistola pero antes de poder extraerla de su estuche el príncipe disparó contra él, sin alcanzarle, y pudo huir, encontrando ya en la calle moribundo a su compañero.
Pierre Bonaparte declaraba que los padrinos se le habían presentado «con las manos en los bolsillos y con un aire amenazador e insolente» a entregarle la carta de Grousset, con quien decía no haber tenido trato en su vida.