En 1948 se celebró un importante festival en Florencia, el Mayo Florentino:[2] allí fue donde conoció a Luchino Visconti.
Para Tosi, el diseño del vestuario debe crear personajes auténticos que aporten a la narración.
Esta razón lo llevó a reconocer que al utilizar este tipo de ropa el actor le daba vida a su personaje y le daba un toque de autenticidad.
Cuando Tosi leía una historia siempre comenzaba imaginándose la cara del personaje, pues para él era de gran importancia; luego empezaba a insertar minuciosamente cada parte y detalles del cuerpo; procuraba conocer a los actores para así estructurar físicamente al actor con el personaje.
Mauro Bolognini fue una de las buenas experiencias de Tosi al compartir las mismas ideas; Bolognini tenía una capacidad especial para conseguir mucho con poco pues a pesar del escaso dinero que tenían lograban tener libertad de creación en la película, lo que hacía que el trabajo con él fuera divertido e interesante.
A Cavani le interesaba la imagen mientras que Tosi tomaba de referencia a un fotógrafo alemán; sin embargo, los dos estudiaban la pintura del período prenazi y nazi, ya que para ellos era importante encontrar un punto de referencia para crear un estilo.