Parafilia

Se han propuesto varias subclasificaciones de las parafilias, pero algunos argumentan que un enfoque psicológico completo podría reflejar mejor la evidencia.Ciertas prácticas sexuales, como el sexo oral o la masturbación, fueron consideradas parafilias hasta mediados del siglo XX, aunque hoy en día se consideran prácticas no parafílicas, siempre que la actividad del sujeto no se limite únicamente a ellas.Las definiciones más usuales recogen comportamientos como la pedofilia, el sadismo, el masoquismo, el exhibicionismo, el voyerismo, la zoofilia, la coprofilia, la necrofilia, el fetichismo, el frotismo, la podofilia, dendrofilia, entre otros.Cabe destacar que la práctica de algunas conductas sexuales inofensivas aunque poco comunes no implica una parafilia por sí misma.El sexólogo Magnus Hirschfeld considera que la atracción sexual siempre se desarrolla con base a diferentes estímulos individuales del medio.La tenencia de un objeto transicional es normal y sana en casi todos los seres humanos durante su niñez, pero en algunos casos se torna sexual.La teoría de que las parafilias surgen por abusos sexuales no está del todo probada y se considera coloquialismo.