El nombre vulgar del síndrome se debe a la atracción que sufre el príncipe por la joven dormida y su analogía con una persona que se excita sexualmente con una persona dormida.
El somnófilo puede masturbarse viendo a la otra persona dormir o incluso llegar al coito con la persona dormida, pudiendo así atentar contra los derechos sexuales del individuo en estado de sueño y cometer abuso sexual.
[7] Ciertamente es complicado llegar a la práctica del coito ya que el cuerpo tiene la necesidad constante de mantenerse alerta.
El tratamiento más habitual para la somnofilia es la psicoterapia, la hipnosis y terapias de comportamiento, las cuales son también utilizadas para tratar otras parafilias.
[8] La somnofilia no debe ser confundida con otros padecimientos como la sexsomnia, comportamiento sexual que involucra que una persona dormida cometa actos sexuales con otra persona cuando ésta atraviesa por un estado de sonambulismo.