Las fuerzas de perturbación pueden tener profundos efectos inmediatos en los ecosistemas y, en consecuencia, pueden alterar en gran medida la comunidad natural.
La perturbación natural es una fuerza importante para que se lleve a cabo la sucesión ecológica.
[3] Las condiciones bajo las cuales ocurren las perturbaciones naturales están influenciadas principalmente por el clima y la ubicación geográfica.
Las condiciones a menudo ocurren como parte de un ciclo y las perturbaciones pueden ser periódicas.
Otros disturbios, como los causados por humanos, especies invasoras o eventos de impacto, pueden ocurrir en cualquier lugar y no son necesariamente cíclicos.
Esto puede atribuirse a cambios físicos en las condiciones bióticas y abióticas de un ecosistema.
Con el paso del tiempo después de una perturbación, pueden producirse cambios en la dominación con formas de vida herbáceas efímeras que se vuelven progresivamente cubiertas por hierbas perennes más altas, arbustos y árboles.
Ciclos similares ocurren en asociación con otras perturbaciones como incendios y tormentas de viento.
Las tensiones ambientales se pueden describir como presión sobre el medio ambiente, con variables compuestas como cambios extremos de temperatura o precipitación, que juegan un papel en la diversidad y la sucesión de un ecosistema.
El fuego, en este caso, es importante no solo para las especies directamente afectadas sino también para muchos otros organismos cuya supervivencia depende de esas plantas clave.