Lorenzo Perosi

Perteneció al grupo de compositores italianos llamados «Giovane Scuola» (Joven Escuela), entre los que se contaban autores tan importantes como Puccini, Mascagni, Leoncavallo, Giordano o Cilea.

Se breve estancia en Montecassino será, sin embargo, determinante en su formación, ya que en esta abadía benedictina pudo cultivar su amor por el canto gregoriano y profundizar en su conocimiento.

Tras terminar sus estudios del seminario (durante los cuales conoció a Luigi Orione, con el que mantendrá amistad) fue ordenado sacerdote en 1895.

Pronto compondrá nuevos oratorios y su fama se extendió rápidamente, tanto que los críticos llegaron a hablar del Momento Perosiano.

Su música no sólo se hizo muy popular entre las masas de fieles, también compositores importantes manifestaron su aprecio por Perosi: así lo hicieron Giacomo Puccini, Pietro Mascagni, Arrigo Boito, Jules Massenet, Alexandre Guilmant o Leoš Janáček.

En el Salón Perosi el compositor halló un lugar apropiado para la ejecución de su música, al ser più ecclesiastico di un teatro e più teatrale di una chiesa («más eclesial que un teatro y más teatral que una iglesia»).

En marzo de 1954 se le descubrieron graves problemas circulatorios y su salud fue empeorando progresivamente.

Rehuyó por completo el estilo imperante en la música profana del momento, esto es, la ópera post-verdiana y el verismo.

Algunas canciones piadosas de Perosi fueron muy populares en Italia y se interpretaron abundantemente hasta la renovación del repertorio musical popular que supuso el Concilio Vaticano II.

Lorenzo Perosi.
Perosi rodeado por los niños de la escolanía de la Capilla Sixtina.