Perdón

En ocasiones el perdón puede ser facilitado a través de intervenciones psicológicas específicas[2]​.

[cita requerida] En la Torá, el perdón es un mandamiento divino, una Mitzvá que prohíbe la venganza y guardar resentimiento o rencor.

Se reflexiona sobre los errores cometidos y cómo ser mejor persona el año siguiente.

No se puede pedir perdón a Dios antes de haberlo hecho con las personas ofendidas.

En Génesis 45,4 se ensalza la conducta de José, al perdonar a sus hermanos:

[9]​ El budismo reconoce que los sentimientos de odio y rencor dejan un efecto duradero en nuestra karma.

[10]​ Cuando surge el resentimiento, la visión budista tiene un proceder tranquilo hacia su dispensación buscando la causa desde su raíz, este se centra en la liberación del sufrimiento y el engaño, por medio de la meditación recibiendo con ella entendimiento de su naturaleza.

"[12]​ El Budismo pone mucho énfasis en los conceptos de Mettā (tierna amabilidad), karuna (compasión), mudita (gozo compasivo), y upekkhā (ecuanimidad), como medios para evitar el resentimiento en primer lugar.

En respuesta del 9/11, Ajahn Jayasaro, un monje budista, les recordó a sus alumnos, "cuando le damos una consideración seria a nuestra compañía en el nacimiento, entrados en edad, en enfermedad, y muerte con los demás seres en la tierra, nos da un una nueva perspectiva...." De Dios (Alá) se predica constantemente que es El Clemente, El Misericordioso (al-Rahman al-Rahim).

El Corán, la Escritura de los musulmanes, deja claro que Dios castiga, pero también perdona.

Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y apártate de quienes se comportan contigo en forma ignorante.” (Corán 7:199) Cuando alguien se convierte al islam, Dios le perdona todos sus pecados y malas acciones previas.

Un hombre llamado ‘Amr llegó donde Mahoma, y le dijo: “Dame tu mano derecha para que pueda jurarte lealtad”.

Mahoma le dijo: “¿Acaso no sabes que al abrazar el Islam se borran todos tus pecados anteriores?”.

Aunque en ciertas ocasiones el Corán autoriza el ataque a los infieles (por ejemplo 9:12), como norma general se interpreta que se refiere a ataques de autodefensa.

Para ser perdonado por Dios, el Corán exige tres requisitos: Por perdón, en el ámbito jurídico pueden entenderse tres cosas bien distintas: La facultad de castigar y perdonar se ha considerado tradicionalmente como una de las prerrogativas esenciales del soberano, y, como muestra de civilización, como contraria a una carácter justiciero o vengativo del poder y como muestra de "clemencia", que evitaría añadir al mal causado por el delito el mal causado por la pena.

Lo concede un poder soberano, como un rey o jefe de Estado (hoy en día, lo conceden en realidad los gobiernos, aunque formalmente lo haga el jefe del Estado en la mayoría de los países).

El indulto puede ser total (de toda la pena) o parcial.

El indulto total comprende la remisión de todas las penas a que hubiere sido condenado el reo y que aún no hubieren sido cumplidas.

En los delitos o faltas cometidos contra menores o incapacitados, los jueces tribunales, oído el Ministerio Fiscal, podrán rechazar la eficacia del perdón otorgado por los representantes de auéllos, ordenando la continuación del procedimiento, con intervención del Ministerio Fiscal, o el cumplimento de la condena.

El legislador, la regular con carácter general los efectos jurídicos del perdón en el Derecho Penal, exige que la concesión del perdón tenga lugar antes de la sentencia, pero posteriormente, al regular los delitos concretos, según veremos, prevé casos en los que se extinguen también las penas ya impuestas en sentencia.

Para tales casos se dictan la llamadas "leyes de punto final", que suponen una amnistía total o parcial (por ejemplo, perdón a los que no hayan cometido "delitos de sangre"), condicionada o no, a los autores de los delitos referidos, o prevén sanciones distintas a las ordinarias para los delitos cometidos.

En este tipo de leyes, si bien sufre la justicia en el sentido propio, importantes consideraciones de utilidad general aconsejan renunciar a la potestad sancionadora del Estado o moderarla.

La ley, junto con su complementaria, la de Obediencia debida, fueron anuladas por el Congreso Nacional en 2003.

En 2003, la entonces diputada de Izquierda Unida, Patricia Walsh, presentó en la Cámara baja un proyecto para anular estas leyes, iniciativa que fue apoyada por el presidente Kirchner.

En Sudáfrica, en una Ley de 1994, para sanar y curar las heridas del país entero durante los años del apartheid, estableció un organismo (Comisión para la Verdad y la Reconciliación), semejante a un tribunal de Derecho, cuyo objetivo era la reconciliación nacional.

Las distintas legislaciones de amnistía intentan por un lado, perdonar a los criminales cuya persecución podría perjudicar el restablecimiento de la normalidad, y por otro lado, cancelar penas, antecedentes penales u otras desventajas sufridas injustamente por personas sometidas a un régimen injusto (particularmente en relación con los llamados "delitos políticos"); así por ejemplo, en España, se extiguieron responsabilidades penales y administrativas derivadas de delitos políticos cometidos durante el franquismo, y se dictaron normas complementarias en matera de Seguridad Social, pensiones, compensaciones por situaciones injustas de prisión, etc. para compensar en parte a los perjudicados.

Dentro de este enfoque se encuentran las Reuniones de Justicia Restaurativa (RJR), en las cuales el delincuente se reúne con las víctimas del crimen para discutir el delito y sus consecuencias.

Una revisión sistemática de diez estudios, realizados en Reino Unido, Australia y Estados Unidos, concluyó que, en comparación con la justicia penal estándar, las RJR en persona reducen la frecuencia de crímenes posteriores entre delincuentes que están dispuestos a participar en estos programas.

Las confesiones sirven al sistema para justificar públicamente la necesidad de represión y para propagar el terror preciso para el control social, y las peticiones públicas de perdón sirven como mucho a los detenidos para evitar la pena capital.

Perdona y serás perdonado, reconciliación de Jacob y Esaú en Génesis 33, ilustración de una tarjeta bíblica publicada por Julius Schnorr von Carolsfeld .
Rembrandt – “El Regreso del Hijo pródigo"
El Emperador romano Marco Aurelio mostrando clemencia ante las tribus vencidas, Museo Capitolino, Roma