Pensamientos intrusivos

[4]​Los pensamientos intrusivos son un síntoma psicológico, ya que se relacionan con el estudio científico del comportamiento y los procesos mentales.

Estos pensamientos pueden generar malestar, angustia, culpa, vergüenza o miedo en la persona que los experimenta, y pueden interferir con su funcionamiento normal.

[5]​ El psicólogo Stanley Rachman presentó un cuestionario a estudiantes universitarios sanos y encontró que prácticamente todos dijeron que tenía estos pensamientos de vez en cuando, incluyendo los pensamientos de violencia sexual, castigo sexual, actos sexuales "antinaturales", prácticas sexuales dolorosas, imágenes obscenas o blasfemas, pensamientos de hacerle daño a personas mayores o alguien cercano, violencia contra animales o niños, y declaraciones o arrebatos impulsivos y abusivos.

[11]​ Sin embargo, la aceptación de los pensamientos puede ser más difícil para las personas con trastorno obsesivo-compulsivo.

[4]​ Rachman en su estudio encontró que prácticamente todos los estudiantes tenían pensamientos intrusivos de vez en cuando, incluyendo:[6]​ Estos pensamientos son parte del ser humano, y no tienen por qué arruinar la calidad de vida.

[17]​ El tratamiento está disponible cuando los pensamientos están asociados con TOC y son persistentes, severos o angustiantes.

Una variante de los pensamientos intrusivos agresivos es L'appel du vide, o la llamada del vacío.

La depresión puede ser el resultado del auto-odio que puede ocurrir, dependiendo de cuánto interfiere el TOC con el funcionamiento diario o causa angustia.

[23]​ También pueden experimentar altos niveles de ansiedad causada por imágenes prohibidas o simplemente por discutir el asunto y también puede causar la activación fisiológica, como sudoración, aumento del ritmo cardíaco y cierto grado de tumescencia o lubricación.

Esto es a menudo mal interpretada por la víctima como indicación del deseo o intención, cuando en realidad no lo es.

[24]​ Pensamientos blasfemos son un componente común del trastorno obsesivo compulsivo, documentados a lo largo de la historia; notables figuras religiosas, tales como Martín Lutero e Ignacio de Loyola eran conocidos por ser atormentados por pensamientos y deseos intrusivos, blasfemos o religiosos.

[29]​ Según Fred Penzel, psicólogo neoyorquino, algunos obsesiones religiosas comunes y pensamientos intrusivos son:[30]​ El sufrimiento puede ser mayor y el tratamiento complicado cuando los pensamientos intrusivos tienen implicaciones religiosas;[31]​ los pacientes pueden creer que estos son inspirados por Satanás,[32]​ y pueden temer el castigo de Dios o han magnificado la vergüenza porque se perciben como pecadores.

[33]​ Los síntomas pueden ser más preocupantes para quienes tienen fuertes convicciones o creencias religiosas.

[36]​ Los pensamientos intrusivos son asociados al TOC o trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad,[37]​ pero también puede ocurrir con otras condiciones,[38]​ tales como trastorno de estrés postraumático,[39]​ depresión clínica,[40]​ depresión posparto,[41]​ y ansiedad.

Porque es incómodo experimentar malos pensamientos e impulsos, vergüenza, duda o miedo, la reacción inicial es, por lo general, hacer algo para que disminuyan.

[61]​ Los antidepresivos que han demostrado ser eficaces en el tratamiento del TOC incluyen fluvoxamina (nombre comercial[62]​ Luvox), fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft), paroxetina (Paxil), citalopram (Celexa), y la clomipramina (Anafranil).

[63]​ Aunque se sabe que los ISRS son eficaces para el trastorno obsesivo compulsivo, en general, ha habido pocos estudios sobre su eficiencia en los pensamientos intrusivos.

El fenómeno del lugar alto es un pensamiento intrusivo común cuando se está en un lugar alto.