Pedro Espinosa

Durante una estancia en Sevilla se relacionó con Juan de Arguijo, muy famoso no solo por su poesía, sus calaveradas y su desordenada vida, sino porque a su alrededor se reunía una academia de intelectuales, entre ellos otro importante polo cultural de Sevilla, el pintor Francisco Pacheco.Todos estos viajes aprovechaba el autor para ir compilando los materiales de una famosa antología poética, cuyo título al salir en Valladolid en 1605 fue Flores de poetas ilustres.En Sanlúcar, donde permaneció treinta y cinco años, llevó una doble vida como presbítero y ermitaño, residiendo en el retiro de las Cuevas de Montesión.[1]​ A la muerte del VIII duque, asistió a las intrigas de su hijo para proclamarse rey de Andalucía, escribiendo en Sanlúcar su última obra, citada por Nicolás Antonio, llamada Tesoro escondido (1644), que se considera perdida.La obra incorpora además como apéndice dieciocho traducciones (y no 16 como dice la portada ni 14, como dice la tabla) de odas de Horacio, la mitad realizadas por Bartolomé Martínez.