Pedro Videla

Mientras estudiaba, desempeñó el cargo de inspector del Instituto Nacional.

Al estallar la Guerra del Pacífico, postergó su titulación para enrolarse en la marina chilena.

Al bajar a la enfermería de combate, un proyectil del Huáscar atravesó la goleta, llevándose los pies del cirujano Videla, ocasionándole una hemorragia que después de diez horas le provocó la muerte.

En 1920 sus cenizas fueron trasladadas al Monumento a los héroes de Iquique en Valparaíso.

[2]​ Además, existen calles con su nombre en las comunas de La Serena, La Cisterna, Ñuñoa, Cañete, Valdivia y Punta Arenas.