El desempeño escolar de Pedro Ríos fue brillante y destacado, por ello sus padres procuraron darle la mejor educación.Estudió en la más destaca escuela de San Pedro de Lloc, dirigida por Antonio Gil y Emilio Gastelumendi, y para conformar su espíritu varonil, sus inquietudes rebeldes, fue enviado a Lima, en donde cursó instrucción media, en el convictorio carolino.Los chilenos para conseguir este objetivo se diseminaban en “guerrillas” por las poblaciones y haciendas de la zona.Los chilenos enfurecidos vengaron la muerte de sus compañeros con salvajismo y bestialidad saqueando la población e incendiándola.Estas fueron sus expresiones: “a su hijo le tenemos muchas ganas, porque anda soliviantando a la gente contra nosotros y hasta se nos ha enfrentado con armas (se refería al ataque del portachuelo) y notificaron a Gregorio, porque al no aparecer su hijo se presentara el en la comandancia chilena de San Pedro de Lloc.Así Terrones demostró su consideración hacia su patrón y Pedro no se dejó intimidar por los invasores, enfrentándolos.Este individuo cometió tantas tropelías en las poblaciones conquistadas por los montoneros, que el mismo Teodoro arrepentido de tenerlo en sus filas, por constituir un descrédito para la causa, dispuso su ajusticiamiento.Por ese año había una montonera anti-pierolista que actuaba entre los despoblados de Lambayeque y Cajamarca.Fueron muchos los atropellos y desmanes sucedidos durante la revolución, otro de los caso es el perpetuado por el “Batallón Escobas” , grupo que se dedicó al saqueo, empezando por la casa de don José Bernardo Goyburu, a la cual después incendiaron.El coronel Orozco se presentó ante Teodoro Seminario para dar cuenta del vandalismo y protestar por esos actos que desmerecían a la revolución.