Pedro Pascual Farfán

Se destacó por su labor como presidente de la Junta Departamental del Patronato Indígena en el Cuzco.

En 1890, empezó a ejercer la docencia en dicho centro de estudios, y en 1891 se le encomendó la dirección transitoria del mismo.

Desde el primer momento fijó como política central de su gobierno la promoción del indígena.

En 1922 reunió el V Sínodo Diocesano exclusivamente “para remediar los múltiples necesidades de los habitantes autóctonos”.

Propuso crear escuelas parroquiales para la educación de los indígenas y establecer una sección especial para ellos en el Seminario.

[3]​ Fue muy importante su labor como Presidente de la Junta Departamental del Patronato Indígena, que ejerció durante ocho años.

[3]​ En 1925, el Municipio del Cuzco le otorgó el reconocimiento de “Hijo Ilustre”.

En 1927 hizo la Visita Ad Limina Apostolorum, siendo recibido por el papa Pío XI con muestras de particular deferencia.

En 1929 logró que su catedral fuera elevada al rango de basílica por el papa Pío XI.

Ejerció el episcopado cuzqueño hasta ese año, cuando pasó a ser arzobispo de Lima.

[4]​ También en octubre de ese año y con gran dedicación organizó su más caro anhelo: el Primer Congreso Eucarístico Nacional, que fue todo un acontecimiento que marcó el principio de la renovación del catolicismo en el Perú.

[7]​ Tuvo una participación masiva (alrededor de 100,000 hombres al igual que mujeres), contándose entre sus oradores laicos a Víctor Andrés Belaúnde y José de la Riva Agüero y Osma.

Fotografía del entonces canónigo Pedro Pascual Farfán, elegido como obispo de Huaraz en 1907.
La catedral del Cuzco , elevada a la categoría de basílica en 1929.
Retrato de monseñor Pedro Pascual Farfán que se halla en la galería de retratos de arzobispos de la Catedral de Lima.