Bajo su mandato la ciudad experimentó notables avances, sobre todo en el campo de las comunicaciones (ferrocarril), y en instalaciones municipales.[3] Al ser destronada la reina Isabel en 1868, Balanzátegui comienza su lucha por la causa carlista.[3] Fracasada la rebelión en Astorga, Balanzátegui comandó una marcha por la zona de Boñar, donde se fueron sumando voluntarios a la causa, entre los que se incluyó Leoncio González de Granda.Del tiroteo sólo escaparon él y otros dos compañeros, que emprendieron la huida hacia las montañas.[9][10] Desde 1860 Balanzátegui fue cofrade de la leonesa cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro,[11] al igual que su hijo Rafael Balanzátegui, que militó en el carlismo y fundó un periódico en Madrid adscrito a esta causa.