Patronazgo de Sevilla

La primera noticia sobre un patronazgo sobre la ciudad data del siglo I, aunque debe tenerse como incierta,[1]​ pues procede de los falsos cronicones.

[2]​[3]​ Sostienen estos textos que san Pío mártir acompañó al apóstol Santiago a evangelizar la Bética y terminó siendo primer titular de la archidiócesis de Sevilla.

En ella hizo una escultura de la Virgen María en barro, sobre una columna o pilar, tal y como ambos religiosos habían visto en una ocasión; la dio el título de Virgen del Pilar, la hizo patrona y protectora de la ciudad y se edificó para ella la primera iglesia cristiana que tuvo Sevilla, a espaldas del circo romano.

Las hermanas Justa y Rufina, nacidas en la ciudad en el año 268 y 270 respectivamente, fueron martirizadas en el año 287 por negarse a participar en una fiesta pagana en honor a Venus.

Su culto fue difundido oficialmente en la Bética durante el periodo visigodo y se edificó en la ciudad una basílica en su honor.

[17]​ Son nombradas indistintamente como patronas principales,[17]​ patronas tutelares,[18]​ copatronas[19]​ o copatronas menores de la ciudad por los diferentes autores que tratan acerca del patronazgo.

[18]​ Por el contrario, Enrique Flórez en su obra sobre la Bética (1752), no hace ninguna mención en la biografía del santo sobre su patronazgo.

Aportando documentos del archivo municipal, Manuel Grosso Varcarcel mantuvo una postura totalmente contraria a dicha adhesión.

[31]​ Este hecho hubo de influir en la súplica que el cabildo catedralicio elevó a la Santa Sede, para que fuese declarada patrona la Virgen de los Reyes.

[32]​ Existen en la bibliografía sevillana algunas noticias acerca de otros patronatos adoptados por la ciudad y sus instituciones.

Vista de la plaza de la Virgen de los Reyes con la catedral de Sevilla en primer plano, iglesia mayor de la ciudad y cabeza de su archidiócesis .
Vista de la capilla del Pilar en la catedral de Sevilla , considerada heredera de la antigua advocación implantada en la ciudad en el siglo XIII .
San Clemente, por Tiepolo ( Galería Nacional de Londres).
Representación de las hermanas Santa Justa y Santa Rufina, por Murillo ( Museo de Bellas Artes de Sevilla ).
Retrato de san Fernando, obra Murillo en la catedral de Sevilla.