Jerónimo Román de la Higuera
[1] Aficionado a la historia, coleccionaba y amontonaba datos y noticias sin sentido crítico, por lo que no llegaba a concluir sus obras ni imprimió ninguna; de carácter polémico, escribía memoriales a la Inquisición contra sus superiores en los colegios donde se le acogía.[3] Falsificó hábilmente la historia cristiana antigua de España para engrandecerla aprovechando el nombre de autores oscuros y sin apenas obra y rellenando con invención periodos vacuos de noticias, torciendo o desfigurando textos para apoyar sus propósitos y, en suma, mintiendo.[4] En el contexto intelectual de finales del siglo XVI, entre el manierismo y el barroco, propicio a la exageración y lo aparente, y contemporáneamente al descubrimiento de los famosos (y falsos) plomos del Sacromonte, Higuera redactó (1594) unos también famosos Cronicones que presentó como de origen paleocristiano, obra de Flavio Lucio Dextro, Luitprando, Marco Máximo, Heleca, Julián Pérez o Aulo Halo.Incluso antes de su impresión póstuma, en 1619 (Fragmentum Chronici sive omnimodae historiae Flavii Lucii Dextri Barcinonensis, in lucem editum et vivificatum zelo et labore P. Fr.Ioannis Calderon, Caesaraugustae, apud Ioannem a Lanaia et Quartanet, 1619), fueron ampliamente divulgados y discutidos en un debate en el que, curiosamente, él mismo intervino desde una posición escéptica.