Heleca o Eleca fue un eclesiástico español, obispo titular de Zaragoza a finales del siglo IX.
A diferencia de su antecesor en la silla episcopal Senior, a quien los musulmanes habían permitido desarrollar su labor pastoral, Eleca fue desterrado de Zaragoza por éstos, dirigiéndose a Oviedo, donde el rey Alfonso III de Asturias tenía su corte.
La última noticia conocida sobre él data del año 902; se ignora la fecha y lugar de su fallecimiento.
[4][5] No se tiene noticia de que dejara escrita cosa alguna, pero a principios del siglo XVII el jesuita Jerónimo Román de la Higuera compuso algunos fragmentos literarios atribuidos a Eleca, que fueron incluidos como adiciones a los falsos cronicones de Flavio Lucio Dextro y Marco Máximo.
[6] Su condición de apócrifos quedó demostrada poco después.