La historia original fue escrita por el guionista T. E. B. Clarke inspirándose en un incidente ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el Maternity Ward del Hospital de Ottawa fue temporalmente declarado extraterritorial por el gobierno canadiense, de modo que cuando la princesa Juliana de Holanda dio a luz allí, la criatura nació en territorio holandés y así no perdió su derecho al trono.
La explosión revela una bodega enterrada que contiene obras de arte, monedas, joyas y un antiguo manuscrito.
El agua, la electricidad y las entregas de alimentos son cortados por los británicos en la frontera.
Incapaces de superar este nuevo problema, los borgoñones se disponen a renunciar.
Un helicóptero bombea leche a través de una manguera y algunos cerdos son lanzados en paracaídas sobre la zona.