El duque de Borgoña pudo centrar entonces su atención en Lorena.
En esos momentos René II no tenía muchas opciones, pues no podía contar con la ayuda de Luis XI que venía de firmar a su vez una tregua con el Temerario.
El joven duque tomó conciencia de la ocupación progresiva a que se estaba viendo sometido y se decidió a tomar contacto con los principales adversarios de Carlos, Luis XI, los cantones suizos confederados amenazados con la expansión del borgoñón y las ciudades de la alta Alsacia que soportaban los abusos de la ocupación.
Carlos sin perder tiempo firmó una nueva tregua con el rey francés e invadió Lorena en otoño.
Su ejército quedó completamente destrozado y además perdió la casi totalidad de su artillería.
Después expulsaron las guarniciones de Arches, Bruyères, Saint-Dié, Remineront y Bayon.
Seguidamente René se trasladó a Friburgo para tratar de obtener ayuda.
Durante el invierno, los partidarios lorenenses hostigaron constantemente las tropas borgoñonas.
El invierno era particularmente duro ese año, y la moral bajó dentro de las tropas de Carlos, por lo que se produjeron diversas bajas y aumentaron las deserciones.
A pesar de que la Confederación Suiza prefirió no intervenir, le autorizó a contratar miles mercenarios con el apoyo financiero de Luis XI.
El avance era lento pero continuo, los campos estaban cubiertos de nieve y las temperaturas eran muy bajas.
[12] En cambio, su compatriota, John Foster Kirk, dice que tanto la vanguardia como la batalla se componían de 7000 infantes armados con picas y alabardas y 2000 jinetes, mientras que la retaguardia tenía 800 arcabuceros.
Un alabardero se movió rápidamente, apuntó a la cabeza del duque y le infligió un golpe mortal directamente en su casco.
[16] Aunque Carlos cayó muerto al instante, la batalla continuó sin que esto influyera.
No es hasta el día siguiente, en que siguiendo las indicaciones de Baptiste Colonna, un paje del Temerario que lo vio caer cerca del estanque de Saint-Jean encontraron el cuerpo del Temerario, medio desfigurado, devorado por los lobos.
A su vez, René II recuperó su ducado de Lorena, la cual consolidó su independencia y se convirtió en un importante Estado con su capital Nancy.
Como recuerdo de la victoria contra el Temerario, la ciudad de Nancy adoptó como emblema el cardo y como divisa Non inultus premor (Quien me toque se pica) (qui s'y frotte s'y pique).