Pasión y muerte del Cura Deusto

Profundamente afectado por la partida, Deusto no quiere oír la locomotora que lo atropella.

No fue especialmente apreciada en su momento, quizás por ser D'Halmar extranjero, a pesar de ser considerada su mejor obra.

[1]​ El crítico Augusto L. Acevedo, en su estudio de la obra, la sitúa en el Modernismo hispanoamericano, tanto en los temas como en las formas.

La novela por otra parte también se inscribe dentro del Decadentismo, aunque luminoso, resulta barroca y muy atenta a la sensualidad.

Pero D'Halmar distingue entre el amor carnal homosexual, deseable por sí mismo, que caracteriza de forma negativa y oscura a través del personaje de Giraldo Alcázar, y el amor carnal que sirve para llegar a una consciencia superior, el amor verdadero, en lo que sigue de nuevo la filosofía budista.

El «sur» u «Oriente exótico» estaría representado por Pedro Miguel y Sevilla, con el significado de lo sensual, la teatralización, la exuberancia.

Vámonos a Algorta, y esto nos parecerá después un purgatorio», que se repinten de una u otra manera, una nostalgia por volver al caserío.