Tras cortas incursiones en la novela, desde 1921 abrazó el ensayo y la crítica literaria, siguiendo así los pasos de Omer Emeth (Emilio Vaïsse).
Desde su crónica pontificaba, descubriendo autores noveles o condenando a quienes no le parecían merecer el aprecio de la opinión pública.
Su anticomunismo profundo no le impidió cultivar aprecio literario por Pablo Neruda; se dijo, incluso, que Alone financió la primera edición de Crepusculario.
[4][5] Por sus ácidas críticas, se ganó no pocos enemigos, los cuales aumentaron después de 1973, cuando Díaz Arrieta, fervoroso católico y declarado derechista anticomunista, apoyó abiertamente el golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende.
Vivió toda su vida en la misma casa (Avenida Beauchef 1035), la que adquirió con un crédito hipotecario cuando comenzó a trabajar en el Registro Civil frente al Parque Cousiño.