Esta parroquia cuenta con un archivo histórico de gran importancia y con un cementerio parroquial.
Presumiblemente en el siglo XVI y el primer cuarto del XVII los estantes en el Lugarejo, como se denominaba antes el pueblo, eran los pedreros que trabajaban en las canteras cercanas, que al convertirse en estantes impulsarán la aprobación de una parroquia.
Es a partir del año 1663 con la ermita construida, según los protocolos y libros parroquiales, cuando es sustituido el arcaísmo castellano «lugarejo», por el lugar de san Lorenzo.
Como el lugar estaba lejos de la iglesia del Sagrario y sus habitantes se habían multiplicado, el cabildo catedral pidió licencia a García Ximénez a Tenerife para hacerla ayuda de parroquia.
Del año 1863 data un interesante documento en el que podemos leer: “... la jurisdicción eclesiástica de una parroquia debe seguir la demarcación civil de su Ayuntamiento en los lugares donde no exista expediente eclesiástico que nos indique lo contrario.
Cuando un donante quiso destacar su estima por una determinada advocación, o deseo enriquecer un templo, recurrió al encargo allende los mares.
Hasta ahora se había considerado que dicha caja servía para guardar la arqueta ya mencionada sin embargo, contamos con sobrados indicios de que su auténtico uso fue como Sagrario.
Una gran colección de piezas entre pintura, escultura, orfebrería, ropas litúrgicas, libros, etcétera.
La ermita se bendijo en el año 1645 con una imagen de san Lorenzo, de pequeño tamaño, llamado cariñosamente san Lorenzo "El Chico", señal inequívoca que la imagen grande del santo aún no había llegado al Lugarejo.
Ni en los libros de fábrica ni en ningún otro documento aparece reseña alguna mencionando el cambio de dicha imagen por otra, pero lo que si se puede afirmar es que fue restaurada en el año 1835, como ya veremos más adelante.
Desde hace bastantes años muchos interesados en el tema se han preguntado sobre el autor y el momento en que fue hecha la imagen, al respecto ya en el año 1934 el presbítero Pedro Hernández escribía en el diario Hoy sobre el tema, encabezando su escrito con esta pregunta: ¿Es de Luján la imagen de San Lorenzo?
Después de exponer sus opiniones en el referido artículo lo concluye afirmando, “...que evidentemente no es del célebre imaginero Luján Pérez”.
La palabra composición también aparece en la reparación o restauración que se le hace a la imagen en el año 1835, con lo que posiblemente fuera también en aquella ocasión otra obra de restauración.
En cambio hubo un intenso tráfico con Canarias desde Andalucía, Flandes, Portugal y Génova entre otros, lo que nos hace pensar que la talla de san Lorenzo pudiera pertenecer a las escuelas sevillana o flamenca.
Existe la otra posibilidad, es decir, que la imagen fuera hecha entre las fechas mencionadas de 1768 y 1769, en este caso vamos a estudiar las posibilidades de los escultores que trabajaban en la isla por aquellos años.
Dentro de los descartes también entra el escultor Marcelo Gómez Carmona, nacido en la isla de La Palma e instalado en Gran Canaria por aquellos años, pues si bien nació en el año 1725, en el año 1758 embarcó para Caracas para ocupar el cargo de Condestable, estudiando allí cirugía y ejerciendo su profesión.
No hay que olvidar la posibilidad de que a lo largo del siglo XVIII llegan desde Génova un amplio número de imágenes esculpidas sobre madera, con características muy semejantes a la imaginería andaluza.
No sólo eso, sino que poseía en san Lorenzo una finca, cuyo lugar fue conocido con su apellido Roo, y también construyó unas casas que destinó para vivienda de los curas de la Parroquia.
Debido a todas esas relaciones con San Lorenzo no sería de extrañar que también encargara, por los años 1768 o 1769 a su amigo Diego Nicolás Eduardo, una imagen del patrono de san Lorenzo.
En detrimento de esta última hipótesis está el hecho de que en sesenta y seis años la escultura presentara desperfectos, que llevaron a su restauración en el año 1835, pues me parecen pocos años como para que la Imagen esté tan deteriorada, pero evidentemente no podemos descartarlo.
Los cultos que tienen lugar en este templo son siempre de gran solemnidad, tal corresponde a la supremacía que tiene a distintos templos de Canarias, todo ello fundamentado en su abolengo histórico religioso.