El relieve presenta unas formas, variadas, abruptas, y complejas que conforman estos paisajes cantábricos.
Los ríos y arroyos pasan, posteriormente, a ocupar estos valles, modificando esta morfología.
Las formaciones de origen kárstico más características del parque son los lapiaces, las dolinas y las cuevas, simas y cavidades que se forman en el interior de masas calcáreas.
Las extensiones de lapiaces o garmas aparecen continuamente en todo el territorio del parque, constituyendo su paisaje más característico.
Destacan los existentes en el Mortillano, Los Campanarios o los Castros de Hornéu.
La vegetación, es la característica del bosque atlántico caducifolio dominado básicamente, por hayas.
En la parte baja del valle aparecen fresnos, alisos y sauces, formando un exiguo bosque de ribera.
En los ríos del parque son abundantes la trucha común y el salmón atlántico.