Tiene varias variantes en las letras que hacen un fechado preciso basado en la dificultosa paleografía.
Lo más probable es que el escritor era alfabetizado y educado porque las letras no parecen rústicas o imitativas, pero las irregularidades sugieren que el escritor no era un escriba experimentado.
Se emplean los nombres sagrados (ΚΕ ΙΗΣ ΠΝΑ ΙΗΣΥ) con certeza en el texto.
Sin embargo, tiene puntos que parecen en intervalos irregulares, ubicados en el texto por una escritura posterior, aparentemente para ayudar a leer.
Debido a que el manuscrito es muy corto, es difícil calcular con certeza la regularidad de esos puntos, o su propósito.
Basados en las variantes, es más probable que el texto se originó en Egipto.