Para fabricar el papel es necesario separar las fibras de celulosa, que están fuertemente unidas por lignina, y producir la pasta o pulpa.
El proceso kraft da lugar a una pasta marrón y produce emisiones tóxicas al aire, tales como dióxido de azufre -entre 1 y 3 kg por tonelada de pasta.
Parte de estos problemas disminuyen si los vertidos se someten a tratamientos biológicos.
Las sales de aluminio empleadas para purificar el agua procesada son altamente tóxicas para ciertos peces.
Este proceso produce una pasta más clara, débil y suave.
La calidad de la pasta es menor y se usa principalmente para imprimir diarios o guías telefónicas.
Las fábricas de pasta mecánica vierten resinas ácidas altamente tóxicas.
[2] Para producir celulosa blanca pura, la pasta química debe ser blanqueada con removedores de lignina.
[2] Debido a que el gas cloro es extremadamente reactivo, se combina con la materia orgánica de la pasta y produce miles de nuevos compuestos conocidos como organoclorados, los que incluyen dioxinas, furanos, clorofenoles y bencenos clorados).