El proyecto comprendía una vivienda familiar, oficinas bancarias y un hermoso jardín.
El edificio presentaba dos fachadas a la calle y otra al jardín.
Como era habitual en este tipo de residencias, la planta alta (sotabanco) y el semisótano fueron destinadas al servicio.
[3] En 1897 el inmueble es adquirido por la Compañía Arrendataria de Tabacos (luego Tabacalera y Altadis), donde permanecería hasta 2003.
La Compañía encargó a Luis Blanco-Soler la primera remodelación y ampliación del edificio, realizada entre 1923-1925.