Edificio de las Cariátides

La colaboración de dos jóvenes arquitectos, iniciada en 1904, tienen ya varios éxitos anteriores.

Este tipo de edificios son típicos en ciudades americanas como Boston y Chicago o en Inglaterra.

El edificio del palacio de Irujo, que daba lugar al solar, fue muy elogiado en su época.

Palacios con esta obra se refuerza en su éxito, debido a su popularidad y estilo recibe encargos diversos.

En las ilustraciones y fotografías ya durante los años de la II República española se puede leer el rótulo "BANCO CENTRAL" en la coronación del edificio.

En las reformas que se realizaron por aquellos años, que abrieron tres plantas para ganar metros cuadrados, se perdió la espectaculaidad del gran vestíbulo central, y la vista de la vidriera en la cúpula.

Dicha entrada se encuentra en la esquina achaflanada de la calle Barquillo con Alcalá.

Desde esa esquina se acedia al "Hall Principal" (denominado en algunas ocasiones "Patio de Operaciones"), hoy desaparecido,[11]​ del edificio mediante una puerta giratoria dorada.

En la coronación del edificio, vista desde esta esquina, hay una esfera de un reloj.

El diseño básico del edificio consiste en un monumental paralelepípedo, con cuatro cariátides esculpidas en piedra flanqueando la entrada principal (dos a cada lado).

Las columnas se realizan en granito pulido, técnica que introduce Palacios por primera vez en España.

El cuerpo inferior se ve rematado por un entablamento, mientras que el superior es más pequeño y aparece retranqueado.

Los mostradores se han acabado en mármol verde y apliques de bronce.

Logo del Instituto Cervantes presidiendo su fachada.
Dos de las cariátides (lado izquierdo).