Consiste generalmente de tres o cuatro hojas posicionadas verticalmente; unidas a un eje central que les permite girar, ya sea mediante un motor o al ser empujadas por los usuarios.Por lo menos dos personas pueden entrar y salir del edificio al mismo tiempo mediante este sistema.[2] Con el propósito de llevar a cabo su cometido eficazmente, la puerta giratoria suele estar contenida dentro de una estructura cilíndrica en la que calza con relativa justeza.Para acceder a ella, el cilindro contenedor presenta dos aberturas, una hacia el exterior y otra hacia el interior de la construcción, aunque suficientemente separadas como para que siempre haya interpuesta al menos una hoja de la puerta entre ambas.Debido a ello, al ingresar en una de estas puertas y avanzar acompañando su giro, una persona puede encontrarse momentáneamente rodeada por dos de sus hojas y el cilindro que la contiene, lo que en algunas personas propensas a la claustrofobia puede ocasionar una desagradable sensación de encierro.