Los pisos superiores (las antiguas residencias de la familia real) están reservadas para los dignatarios extranjeros.[2] La nueva residencia jedival debía situarse al oeste de la ciudad antigua, en una vasta llanura que se extendía hasta el Nilo.En esa zona, el jedive Ismail Pachá edificaría los nuevos barrios regulares y grandes avenidas que debían imitar las de las capitales europeas.Justo en el límite entre el viejo Cairo y la nueva ciudad, decidió erigir su nuevo palacio, encima de las ruinas del palacio del bey Abdeen o Abidin, situado al lado de un lago que luego se rellenaría para formar una plaza.[3] Durante el reinado de su tío Said Pachá (1854-1863), el joven Ismail ya había habitado la zona, y fue probablemente entonces cuando maduró la idea de edificar una palacio siguiendo los estándares europeos, cosa que ya habían hecho sus predecesores, Abbás I en Helmia y Said Pachá en Qasr Al-Nil (actual Plaza Tahrir).Seis años después, en 1879, Ismail Pachá firmó su abdicación en el palacio y partió al exilio a Nápoles, instalándose en la Villa Favorita, fue sucedido por su hijo Tewfik.[9] El nuevo monarca Faruq I nombró al francés Georges Parcq arquitecto del palacio de Abdín, este llevaría a cabo transformaciones menores, como un nuevo pórtico de entrada y una piscina en el jardín.
El palacio de Abdín poco después de su finalización.