[1] Repitió siete veces más en el cargo durante el reinado de Abdul Hamid II y una vez más en el de su sucesor, Mehmed V.
Era conocido por su oposición a la extensión de la influencia extranjera en el Imperio otomano.
[1] Se refugió en la embajada británica de Constantinopla en 1896, y, luego la abandonó cuando se le garantizó su libertad personal y seguridad, pero quedó prácticamente prisionero en su casa.
[1] Volvió a descollar en la política nacional durante la revolución de 1908.
[2] Fue nombrado nuevamente presidente del Gobierno durante la crisis con Italia de 1911-12.