Palacio Legislativo de Jalisco

La inestabilidad política en Jalisco no permitía que se construyera una sede fija y propia para la legislatura.

En la esquina de Pino Suárez e Hidalgo, había una gran casona del siglo XIX que pertenecía a Francisco Velarde, un conservador ostentoso.

Por su lealtad al emperador Maximiliano, se ganó enemigos a la caída del Segundo Imperio Mexicano.

[5]​ Desde su adquisición por el gobierno estatal hasta 2021, el edificio pertenecía al Poder Ejecutivo de Jalisco.

Por petición de los diputados locales, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez transfirió las escrituras al Congreso del Estado.