[1][2] Estos relieves son producto de la meteorización, que altera a la roca, y de la erosión que elimina la parte alterada.
[2] La alteración que se produce depende principalmente de tres factores:[3] Dentro de los elementos que integran los paisajes graníticos se distinguen entre «formas mayores» y «formas menores».
[4][5] Las mayores incluyen domos, crestones, lanchares, berrocales, pedrizas y arenizaciones.
[4][6] Según aumenta la alteración de estos relieves, empiezan a formarse berrocales, pedrizas, lanchares, bolos y finalmente la arenización de la roca.
[5] Existen varias formas menores, como pilancones, tafonis, pseudoestratificación, etc.