Caos, pedreros, campos de bloques o de cantos rodados, felsenmeers (mares de bloques) o incluso blockfields, son términos utilizados por los geomorfólogos sin que los límites entre estas denominaciones sean siempre claros en cuanto a los orígenes (meteorización, crioclastia, etc.) o las escalas.
El agua se filtra en las fisuras y el hielo hace estallar la roca.
Los caos graníticos evolucionan gracias a la cristalización y el enfriamiento en profundidad de una intrusión granítica, creando una red de fallas de retracción, en su mayoría, ortogonales en profundidad: estas diaclasas debilitan después el granito intrusivo en bloques paralelipédicos.
La erosión en profundidad hidroliza los feldespatos en arcillas, lo que desagrega el granito en arena granítica, la erosión de la superficie por el agua que se filtra en las grietas más o menos amplias acaban por hacer estallar la roca.
Ello resulta en piedras de todos los tamaños, bolos de piedra (formación de tors) que terminan por amontonarse unos sobre otros en equilibrios a veces precarios o se disocian completamente y se acumulan para formar un caos granítico.