En la actualidad, el parque no está habitado ni se explota comercialmente, siendo una zona protegida desde 1936.
Está acreditado que esa cuenca también estaba seca cuando los primeros pueblos habitaron la región.
Entre estos se encuentran los amantes de la escalada en bloque y campistas que pueden pernoctar en el parque durante un período restringido.
Cada desierto posee un ecosistema único cuyas características dependen principalmente de su altitud.
El Mojave es el hábitat natural del árbol de Josué (Yucca brevifolia) que da nombre al parque.
Estas rocas están compuesta principalmente por cuarzomonzonito, un tipo de granito rugoso.
Al ser una zona desértica la humedad media del parque no sobrepasa normalmente el 25%.
El verano es muy cálido: la temperatura máxima ronda los 38 °C y la mínima difícilmente desciende de 29 °C.
La fauna del parque es diversa y está lógicamente adaptada a la vida en el desierto.
Existen cinco oasis de palmeras Washingtonia en los que abunda la vida salvaje.